Una maravilla de película que consigue trasladarte al país de Nunca Jamás, que no ha tenido el éxito que merecía y que ha recibido críticas sin sentido.
Pan cuenta la historia de cómo un recién nacido Peter es abandonado por su madre en un orfanato, en el cual crece bajo la nula protección de una monja usurera, rastrera y con sucios negocios con los piratas. Narra así la forma en la que el Peter Pan que todos conocemos gracias a Disney llega a la isla que está tras torcer por la segunda estrella a la derecha y después todo recto hasta la mañana.
Es común estos últimos años el ver películas con historias alternativas a los cuentos tradicionales. Ya sea desde el punto de vista del malo de la película, como Maléfica; varias historias entrelazadas, como Into the Woods; más fieles al cuento original que la versión Disney, como Cenicienta; o, en el caso de Pan, el origen de algo. La gente critica estas historias alternativas por no ser "fieles" a las historias contadas por Disney, pero eso es lo que hace magníficas a este tipo de películas. Cuentan algo diferente, algo completamente al revés o desde otro punto de vista.
Pan nos muestra no solo como un joven Peter llega a Nunca Jamás, sino como son sus inicios ahí. Es una historia que pide a gritos una segunda parte, y es que todos sabemos que Garfio es el máximo enemigo de Peter Pan, pero... ¿Por qué se convierten en enemigos? Los vemos tan íntimos en este filme de Joe Wright que no podemos ni imaginar que pasaría para que se legaran a odiar.
Con guiños que todos identificamos, como los cocodrilos o el tic tac, Pan es una película que merece ser vista y merece ser disfrutada. Basta de odiar los experimentos con clásicos, hay que disfrutarlos porque de hecho funcionan. Si no observen la serie Erase una vez (Once upon a time), donde todas las historias clásicas y de Disney están perfectamente entrelazadas. Es algo que funciona bien, y por eso es algo que me encanta que se haga.
Más películas así, por favor.
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